¡Hola que tal!
En Poder Migrante regresamos con las pilas cargadas después de haber desconectado un poco. ¡Esperamos que el verano te haya sido leve!
Ya estamos preparando algunas novedades y nuevas actividades que próximamente te iremos dando a conocer y que esperamos contar con tu apoyo. ¡Mantente alerta!
Por lo pronto te contamos que hemos comenzado la semana con la noticia de que, después de años esperando, después de que varias sentencias condenatorias a España, después de luchar ejemplarmente por sus derechos, por fin las compañeras Trabajadoras del Hogar tienen reconocido el derecho al paro y otras protecciones frente al despido.
Este artículo explica algunos de los principales cambios y derechos reconocidos. Por cierto que, a raíz de estos cambios, son muchas las preguntas que surgen. En este otro artículo encontrarás algunas respuestas a las dudas más comunes sobre la nueva norma.
Antes de celebrar, es importante señalar que esta norma no es la solución a las problemáticas estructurales de las Trabajadoras del Hogar ya que, si bien es verdad que beneficiará a una parte de las trabajadoras, muchas otras se quedan fuera, como por ejemplo las trabajadoras migrantes sin papeles.
Una de las razones es que estos cambios fueron mínimos únicamente para cumplir con el mínimo exigido de las sentencias, pero no para abordar las necesidades y reivindicaciones de las compañeras.
En Poder Migrante seguiremos informando y apoyando la lucha de las Trabajadoras del Hogar de los Cuidados.
Cambiando de tema, esta semana también nos hacemos eco de la huelga de hambre que han iniciado personas migrantes retenidas en el Centro de Internamiento (CIE) de Valencia.
Estas personas denuncian las pésimas condiciones en que les tienen, con falta de agua para beber durante el verano en plena ola de calor, así como comida en descomposición con gusanos, de la que hay un vídeo publicado en redes que podrás ver en este enlace.
Es una pequeña muestra del racismo institucional y estructural a la que se ven sometidas las personas migrantes.
Hemos visto por ejemplo, cómo el racismo al buscar vivienda obliga a las personas migrantes a asentarse en chabolas, de acuerdo a un estudio que indica que hasta el 90% de las personas que viven en chabolas pertenece a algún grupo étnico que sufre discriminación racista.
No es algo trivial. El racismo y las políticas racistas cuestan vidas humanas.
Esta semana hemos sabido que el propio Gobierno de Canarias calcula que la cifra de fallecidos podría estar ya en torno a las 1.000 personas en la ruta canaria: “y todavía falta la época más dura del año”.
Son las consecuencias de deshumanizar a las personas, tal como ocurre en Turquía, donde la extrema derecha, una fuerza política importante, compara a los refugiados con basura y promete campos de concentración y deportaciones masivas.
Ocurre también incluso con los refugiados ucranianos, pues la propia Comisión Europea advierte de señales de “hartazgo” hacia refugiados ucranianos en países de la UE. Y esto a pesar de que muchos de los refugiados ucranianos que llegaron han regresado a su país y desde mayo hay más salidas que entradas.
No queremos despedirnos sin antes recomendarte la lectura de dos historias de vida que nos parecen inspiradoras.
Por un lado la iniciativa de dos chavales migrantes que, inspirados en sus propias experiencias, ganaron la I Edición de Escape Fake al crear un juego «escape room» de aventura físico y mental para combatir la desinformación y el racismo.
Por otro lado la historia de Dokht, joven afgana universitaria, que estaba trabajando cuando recibió el mensaje de su familia: «Deja lo que estés haciendo, coge tus cosas y márchate». En ese instante su vida cambió por completo. Una historia de vida que pone los pelos de punta y muestra que, pese a estar en situaciones extremas, siempre hay que seguir luchando.
¡Hasta la próxima!