Cataluña ha atribuido sus decepcionantes resultados en el último informe PISA a un supuesto «exceso» de estudiantes inmigrantes en la muestra. Una táctica peligrosa que pone de relieve la falta de autocrítica del Departamento de Educación y su tendencia a culpar a los más vulnerables en lugar de abordar las deficiencias estructurales en el sistema educativo catalán.
El secretario de Políticas Educativas, Ignasi Garcia Plata, culpó de los malos resultados a que el 24% de los estudiantes que realizaron la prueba eran de origen inmigrante, superando el 15.7% citado por el Ministerio. Sin embargo, esta diferencia no justifica la caída significativa en el rendimiento educativo, especialmente en áreas cruciales como matemáticas, lectura y ciencias. La admisión de que el sistema catalán es «muy complejo y con mucha diversidad» revela una falta de preparación para abordar la creciente heterogeneidad de la población estudiantil.
En matemáticas, Cataluña ha experimentado una caída de 24 puntos en la última década, mientras que la comprensión lectora ha sufrido una pérdida de 38 puntos. Resultados que no solo reflejan una tendencia negativa en las evaluaciones internacionales, sino que también confirman la disminución constante observada en informes nacionales sobre comprensión lectora.
La respuesta del Departamento de Educación, lejos de presentar medidas efectivas para abordar la crisis educativa, se limita a culpar a la complejidad del sistema, la presencia de alumnado inmigrante y hasta a la pandemia. La falta de nuevas estrategias para revertir la situación es una constante, y la confianza en que las medidas existentes den frutos «a medio o largo plazo» parece ser un consuelo insuficiente para los estudiantes que están actualmente en el sistema educativo.
Críticas de expertos revelan fallos estructurales en la educación catalana
Expertos consultados expresan una preocupación compartida por la falta de atención a la diversidad de la población estudiantil. Enric Prats, profesor de Pedagogía en la Universidad de Barcelona, destaca la importancia de invertir en educación y asignar recursos para atender a los alumnos vulnerables y de origen extranjero: “Tenemos los resultados que nos merecemos, si no invertimos en educación y ponemos recursos, tendremos resultados mediocres”, declaró.
Joan Mateo, catedrático emérito en Pedagogía de la UB y expresidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo catalán (2010-2021), señala el cambio en el perfil de los estudiantes y la falta de recursos para abordar la complejidad del sistema educativo actual: “Lo que pasa es que no se ha tenido suficiente ojo para detectar este cambio ni se han puesto los recursos para atender a estos alumnos”.
La falta de políticas reparadoras y de adaptación a las necesidades cambiantes de los estudiantes, especialmente durante la pandemia, demuestra una desconexión entre el Departamento de Educación y la realidad en las aulas. La eliminación de servicios de acogida para alumnos recién llegados durante los recortes de hace una década y la falta de enfoque en la equidad educativa contribuyen a esta crisis.
El líder de la oposición, Salvador Illa, ha criticado duramente la gestión del Govern, destacando la falta de atención a los problemas educativos reales. Mientras tanto, los sindicatos señalan las altas ratios en Cataluña como parte del problema, y la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, reconoce la gravedad de los datos y la falta de acciones durante años.
Informe PISA revela la gravedad del acoso escolar en Cataluña y su impacto desproporcionado en el alumnado migrante
A pesar de no haber diferencias notables de género en matemáticas y ciencias, en lectura las chicas sobresalen. Sin embargo, el origen del alumnado impacta, siendo los autóctonos quienes obtienen mejores notas que los alumnos inmigrantes, aunque la brecha no es tan amplia como en el País Vasco. Además, el tipo de centro educativo también determina el rendimiento, destacando que en Cataluña, la cuarta región con más centros concertados, hay un desequilibrio respecto a los públicos.
No obstante, un aspecto alarmante es el acoso escolar, donde Cataluña se posiciona como la cuarta región con un 8,6% de alumnos acosados frecuentemente, superada solo por Ceuta, Melilla y Canarias. Esta problemática afecta de manera desproporcionada a estudiantes desfavorecidos y, especialmente, a aquellos de origen inmigrante. Este fenómeno, que se ceba de manera injusta con los alumnos migrantes, es una realidad que requiere atención inmediata y medidas contundentes para garantizar un entorno educativo seguro y equitativo.
Lo cierto es que Cataluña enfrenta una crisis educativa que no puede ser atribuida exclusivamente a la presencia de estudiantes inmigrantes. La falta de inversión, la ausencia de medidas efectivas y la tendencia a culpar a los más vulnerables en lugar de abordar las deficiencias sistémicas plantean preguntas cruciales sobre el compromiso real de Cataluña con la igualdad educativa y los derechos de todos los estudiantes, independientemente de su origen. ¿Cuánto tiempo más permitiremos que la retórica distorsionada desvíe la atención de las verdaderas soluciones educativas?
Fuente: https://elpais.com/
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- Factores detrás de bajos resultados PISA
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