Cincuenta personas migrantes recluidas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid han interpuesto una grave denuncia contra miembros de la Policía Nacional por una violenta agresión sufrida el pasado 14 de febrero.
Según afirman las propias víctimas en un escrito enviado al juzgado de instrucción número 20 de Madrid, competente para la supervisión de estos centros, la paliza fue de “extrema barbaridad” e incluyó porrazos, patadas en la cabeza y puñetazos.
Tabla de contenidos
- Detalles estremecedores de las agresiones en el CIE de Madrid: patadas, porrazos, una mujer estrangulada y un migrante desaparecido
- ONGs solicitan investigar la denuncia y frenar deportaciones de testigos
- Instrucciones del Defensor del Pueblo para investigar denuncias de maltrato en CIEs nunca han sido implementadas
- Migrantes encerrados en el CIE de Madrid piden ser tratados como “seres humanos” y no “peor que animales”
Detalles estremecedores de las agresiones en el CIE de Madrid: patadas, porrazos, una mujer estrangulada y un migrante desaparecido
Los hechos se remontan a la noche del 14 de febrero, cuando irrumpió en el centro un numeroso grupo de 11 policías que procedieron presuntamente a golpear salvajemente a varios internos.
Uno de los migrantes agredidos tuvo que ser sacado inconsciente y sangrando del CIE. Según la denuncia, este hombre está actualmente en paradero desconocido tras ser trasladado a un destino ignorado, sin que ni siquiera su familia haya logrado localizarlo en hospitales.
Otros internos afirman conservar marcas y lesiones a raíz de la paliza, habiendo remitido al juzgado fotografías como prueba. Asimismo, señalan como autor de la golpiza a un agente del que facilitan su número de placa.
Esta denuncia se suma a la supuesta estrangulación sufrida por una mujer migrante a manos de un policía tan solo tres días antes. Una agresión que la dejó inconsciente, según describen los reclusos.
ONGs solicitan investigar la denuncia y frenar deportaciones de testigos
Tras estas graves acusaciones de violencia policial, las organizaciones no gubernamentales con presencia en el centro se han movilizado para intentar esclarecer los hechos.
La denuncia de los migrantes fue enviada en un primer momento al Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine, la Coordinadora de Barrios y Mundo en Movimiento.
Estas ONGs la han trasladado posteriormente al juzgado número 20 de Madrid, solicitando diligencias como el reconocimiento médico de los denunciantes, la toma de declaración de víctimas y testigos o la paralización temporal de cualquier expulsión.
El objetivo es claro: impedir que los migrantes agredidos sean deportados a sus países antes de que la justicia pueda investigar lo ocurrido, una práctica habitual que suele dar al traste con este tipo de pesquisas. Asimismo, se ha interpuesto una queja formal ante la oficina del Defensor del Pueblo.
Instrucciones del Defensor del Pueblo para investigar denuncias de maltrato en CIEs nunca han sido implementadas
Lamentablemente, no es ni mucho menos la primera vez que tienen lugar episodios de este tipo. La Plataforma CIEs NO Madrid lleva años documentando casos similares de abusos policiales y posterior deportación de los afectados.
Esta continua impunidad llevó en 2020 al Defensor del Pueblo a reclamar a Interior la creación de un protocolo específico para tramitar quejas y denuncias desde los propios Centros de Internamiento de Extranjeros.
Dicho protocolo debería garantizar la no expulsión de cualquier migrante mientras se verifican indicios de haber sufrido vejaciones o delitos. Asimismo, obligaría a informar con celeridad al juzgado correspondiente.
Sin embargo, y pese a la insistencia del Defensor, el Ministerio del Interior aún no ha implementado ninguna de estas medidas correctoras.
Migrantes encerrados en el CIE de Madrid piden ser tratados como “seres humanos” y no “peor que animales”
Tras esta nueva denuncia de violencia policial, los migrantes recluidos en el CIE madrileño han lanzado un desgarrador mensaje en el que piden ayuda externa y denuncian las terribles condiciones que soportan.
Literalmente afirman sentirse tratados “peor que a los animales”, sometidos a constantes cacheos y violaciones de su intimidad en las celdas cuando no directamente a palizas o torturas. La misiva incluye la desesperada petición de que se les empiece a considerar “como seres humanos”.
Asimismo, muestran su disposición a declarar sobre estos sucesos ante cualquier juez u organización defensora de derechos humanos que así lo requiera, a pesar del enorme “miedo a represalias” que les invade.
Y es que ellos mejor que nadie saben que, de no mediar una intervención judicial inmediata, lo más probable es que acaben deportados de forma fulminante como ya ha ocurrido otras veces, imposibilitando cualquier investigación y perpetuando la sensación de impunidad.
¿Cuántas denuncias más de este calibre deberán soportar antes de que alguien ponga fin a estas prácticas graves y deshumanizadoras? ¿Vamos a consentir que decenas de personas sigan hacinadas en centros bajo control policial, sin garantías jurídicas y en régimen de privación de libertad sin haber cometido ningún delito?
Fuente: https://www.eldiario.es/
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