En las últimas semanas, Cartagena se ha convertido en el centro de un intenso debate debido a la apertura de un campamento de acogida de migrantes en el antiguo Hospital Naval, que lleva cerrado desde hace más de diez años. La iniciativa tiene como objetivo brindar refugio y asistencia a personas procedentes de diversas regiones de África que han llegado a Canarias en busca de un lugar seguro. Sin embargo, esta noble causa ha despertado actitudes xenófobas entre algunos sectores de la población y ha generado división en la comunidad.
El Hospital Naval se ha convertido en el epicentro de un conflicto que pone de manifiesto la tensión entre la solidaridad y la intolerancia. La resistencia ante la apertura del campamento se ha manifestado en palabras y acciones. Algunos vecinos expresan su preocupación, basándose en estereotipos infundados, y relacionan erróneamente la inmigración con la delincuencia. Esta postura xenófoba, lamentablemente, ha encontrado eco en partidos políticos, como Vox y el Partido Popular, que han respaldado la oposición al campamento.
Sin embargo, es esencial recordar que la apertura del campamento no implica un aumento de la criminalidad ni amenaza la seguridad de la comunidad. Las cifras desmienten estos mitos infundados. De hecho, el Ministerio de Inclusión ha establecido más de 7,000 plazas de emergencia migratoria en la península, buscando aliviar la presión en las Islas Canarias, donde miles de personas han desembarcado en busca de un futuro mejor.
La xenofobia y el rechazo a los migrantes son actitudes que debemos abordar con empatía y solidaridad. Es fundamental comprender que la mayoría de migrantes son personas que huyen de la persecución, la pobreza extrema y la violencia en sus países de origen. No son delincuentes, sino personas en busca de una vida más segura y digna.
La ciudad de Cartagena ha recibido a refugiados ucranianos que huían de la guerra. La actitud de la comunidad e instituciones en ese momento fue significativamente diferente, lo que pone de manifiesto prejuicios racistas basados en el color de piel y el origen.
La oposición al campamento de acogida ha generado manifestaciones y protestas en Cartagena, alentadas por figuras políticas locales de la derecha, argumentando que el Hospital Naval debería utilizarse para fines más ‘beneficiosos’ para la comunidad. Sin embargo, es fundamental recordar que la apertura del campamento es una medida necesaria para cumplir con las obligaciones internacionales de España en materia de asilo y refugio.
La ONG Accem, encargada de la gestión del dispositivo, destaca la importancia de la integración de los migrantes en la sociedad. Los discursos de odio y rechazo no se ajustan a la realidad y no deben tener cabida en la sociedad, ya que las personas migrantes contribuyen positivamente a la sociedad. Por tanto, la acogida es un paso necesario para garantizar la integración de personas migrantes que llegan en busca de refugio. Es responsabilidad de la comunidad y las instituciones superar actitudes xenófobas en lugar de alentarlas.
Fuente: https://www.eldiario.es/
En este artículo:
- Campamento de acogida de migrantes en Cartagena
- Xenofobia en Cartagena
- Hospital Naval de Cartagena
- Migrantes en Canarias
- Solidaridad y tolerancia en la comunidad
- Prejuicios sobre la inmigración
- Integración de migrantes en la sociedad
- Mitos sobre la inmigración
- Crisis migratoria en Canarias
- Derechos humanos de los migrantes
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