¿Te has preguntado alguna vez cómo sería un espacio cultural creado y liderado por personas migrantes? En esta entrevista exclusiva de Poder Migrante, conversamos con Camena Camacho, una de las impulsoras de La Parcería, un centro cultural autogestionado que está dando respuesta a esa pregunta y transformando el panorama artístico y social de Madrid.
Camena Camacho es una mujer migrante, madre y arquitecta de interiores que ha dedicado su vida profesional a la dirección, producción y mediación artística y cultural. Su pasión por la arquitectura del afecto la ha llevado a defender la íntima relación entre el lugar, la colectividad y la memoria en cada proyecto que emprende.
Actualmente, forma parte del equipo que lidera La Parcería, un centro cultural de experimentación y documentación artística que busca dar visibilidad a las personas migrantes en la capital española.
Tabla de contenidos
- La Parcería: Un espacio de encuentro y creación colectiva nacido del 15M impulsado por personas migrantes
- La Parcería: Un centro cultural autogestionado por personas migrantes con una amplia oferta artística y social
- Los retos y estrategias de sostenibilidad de un centro cultural autogestionado en tiempos de crisis y precariedad
- ¿Cómo puedes apoyar y formar parte de la comunidad de La Parcería? Descubre las múltiples formas de colaborar con este proyecto cultural y social
- Espacios como La Parcería son imprescindibles para construir una ciudad y una sociedad más inclusiva, diversa y participativa
La Parcería: Un espacio de encuentro y creación colectiva nacido del 15M impulsado por personas migrantes
Camena nos cuenta que la Parcería nace en 2010, en un contexto marcado por el movimiento 15M, también conocido como el movimiento de las personas indignadas. Este hito fue crucial para muchos colectivos y movimientos ciudadanos que comenzaron a articularse en las plazas y calles de Madrid.
Para La Parcería, el 15M supuso un punto de inflexión, ya que, aunque el colectivo estaba conformado inicialmente por personas migrantes de diversas disciplinas que buscaban generar autoempleo, a raíz de este movimiento empezaron a trabajar en espacios públicos y autogestionados, en diálogo con otros movimientos sociales de la ciudad.
Este recorrido orgánico, en el que las personas integrantes de La Parcería fueron proponiendo proyectos personales y biográficos, les permitió ir articulando sus intereses y habilidades con las necesidades de la ciudad. Poco a poco, el colectivo fue ganando fuerza y reconocimiento, hasta que hace tres años dieron un paso crucial: abrir las puertas de su propio centro cultural.
Este espacio se ha convertido en un lugar accesible y acogedor para personas migrantes, ya sean artistas emergentes o con trayectorias consolidadas, que encuentran en La Parcería una plataforma para conectar, crear y tejer redes de apoyo.
La Parcería: Un centro cultural autogestionado por personas migrantes con una amplia oferta artística y social
En La Parcería, la creación y la experimentación artística se fusionan con el compromiso social, dando lugar a una amplia oferta de proyectos y actividades, nos dice Camena con mucho orgullo.
Una de sus líneas de trabajo más consolidadas es la editorial, que cuenta con alrededor de nueve publicaciones hasta la fecha. Este sello editorial se caracteriza por dar visibilidad a autoras y autores migrantes, así como por experimentar con diferentes formatos y géneros literarios.
Entre sus publicaciones, encontramos desde relatos y libros de autor hasta libros de artista, todos ellos unidos por una mirada crítica y diversa sobre la realidad de las personas migrantes.
Uno de los programas más destacados y transformadores de La Parcería es el trabajo con infancia y familias migrantes. A través de procesos de creación en residencia con diferentes artistas, el colectivo ha logrado fortalecer una comunidad de pequeñas y pequeños que están atravesados por la migración, así como de madres migrantes y creadoras.
Estos proyectos no solo ofrecen un espacio de expresión y creatividad para las infancias migrantes, sino que también tejen redes de apoyo y cuidado entre las familias que participan.
La música y las expresiones populares también tienen un espacio destacado en La Parcería. No se trata solo de la fiesta y el encuentro, sino también de la investigación a través de los recorridos y paisajes sonoros que surgen de la música.
Por otro lado, la Comisión de Arte se encarga de buscar financiación para residencias artísticas, tanto de nueva creación como de exposición. Y, por supuesto, La Parcería abre sus puertas a propuestas externas de colectivos y artistas de Madrid, personas migrantes y diáspora, siempre que estén alineadas con sus líneas políticas: el pensamiento decolonial, la lucha antirracista y los feminismos. Pero,¿cómo logran sostener un proyecto de esta envergadura de manera autogestionada?
Los retos y estrategias de sostenibilidad de un centro cultural autogestionado en tiempos de crisis y precariedad
Mantener un centro cultural autogestionado no es tarea fácil, especialmente en un contexto de crisis y precariedad como el que vivimos. En La Parcería lo saben bien, ya que abrió sus puertas en plena pandemia, asumiendo riesgos y retos importantes.
Sin embargo, el apoyo fundamental de las comunidades y el público ha sido clave para sostener el proyecto. Desde el minuto uno, Camena nos dice emocionada que el espacio se llenó de gente, propuestas y energía, fruto de años de trabajo en red y en la calle por parte del colectivo.
Aun así, el equipo de La Parcería ha tenido que ingeniárselas para diversificar sus fuentes de financiación. Por un lado, está la autogestión. Por otro, a través de la búsqueda constantemente de apoyos a través de convocatorias, fundaciones y un plan de socias y socios que permita sostener el proyecto a largo plazo.
El objetivo es poder ofrecer mejores recursos y equipamientos para servir a las comunidades, sin depender tanto de las donaciones o los materiales de segunda mano. Un reto nada fácil en un sector tan precarizado como el cultural, pero que en La Parcería afrontan con creatividad y determinación.
¿Cómo puedes apoyar y formar parte de la comunidad de La Parcería? Descubre las múltiples formas de colaborar con este proyecto cultural y social
Si algo ha quedado claro a lo largo de esta entrevista es que La Parcería es mucho más que un espacio físico: es una comunidad viva y en constante crecimiento. Y tú también puedes formar parte de ella.
Actualmente, el colectivo está inmerso en una campaña de recolección de fondos para realizar mejoras en el espacio y responder así a las necesidades de las vecinas y vecinos. Aunque están a punto de cerrar esta campaña, pronto iniciarán una nueva fase en la que invitarán a todas las personas interesadas a participar en «mingas» de saberes y trabajo para repensar y co-crear la acústica del lugar.
Pero las posibilidades de colaboración no acaban ahí. Una de las mejores formas de apoyar a La Parcería es asistir a sus eventos y actividades, en los que participan creadoras y creadores de primer nivel, tanto locales como internacionales.
También puedes hacerte socia o socio del proyecto y participar así en las asambleas colectivas donde se decide el rumbo de La Parcería. Y, por supuesto, no dejes de seguir sus redes sociales y su página web para estar al tanto de todas las novedades y llamados a la acción.
Espacios como La Parcería son imprescindibles para construir una ciudad y una sociedad más inclusiva, diversa y participativa
A lo largo de esta entrevista, hemos podido conocer de cerca la labor imprescindible que realiza La Parcería en favor de las personas migrantes y la cultura en Madrid. Este centro cultural autogestionado se ha convertido en un espacio de encuentro, creación y transformación social que da visibilidad a colectivos tradicionalmente excluidos o marginados.
Su apuesta por la autogestión, la horizontalidad y la participación comunitaria es un ejemplo inspirador de cómo construir proyectos culturales y sociales al servicio de las personas y sus necesidades.
En un contexto marcado por la crisis, la precariedad y la xenofobia, espacios como La Parcería son más necesarios que nunca. Son lugares donde se tejen redes de apoyo mutuo y resistencias antirracistas, se comparten saberes y experiencias.
Son también laboratorios de experimentación artística y social, donde se crean nuevos lenguajes y formas de expresión que desafían los cánones establecidos. En definitiva, son espacios imprescindibles para construir una ciudad y una sociedad más inclusiva, diversa y participativa.
MÁS INFORMACIÓN
- Página Web La Parcería: https://laparceria.org/
- Instagram La Parcería: https://www.instagram.com/laparceria/
- Facebook: https://www.facebook.com/laparceriacc/
- Salvemos a La Parcería: https://laparceria.org/salvemos-a-la-parceria/
- Asóciate a La Parcería: https://laparceria.org/yoapoyolaparceria/
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