La Audiencia Provincial de Málaga ha dictado una sentencia que debería hacernos reflexionar profundamente sobre la situación de los derechos humanos y la discriminación en nuestra sociedad. En un fallo sin precedentes, siete individuos han sido condenados por difundir mensajes violentos y racistas a través de las redes sociales, dirigidos a menores extranjeros no acompañados (MENAS) en Melilla.
Esta sentencia marca un hito en la lucha contra el odio y la discriminación, al imponer la pena de prisión más alta jamás registrada en España por delitos de odio. Cinco de los condenados enfrentarán dos años y seis meses de prisión y un día. Los otros dos recibirán una condena de un año. Además de la prisión, los condenados enfrentarán la inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y restricciones en el ámbito docente y de tiempo libre. La sentencia también incluye una multa de nueve meses y un día a razón de seis euros al día.
La sentencia se logró gracias a la persistencia del fiscal y las ONG
Este caso se originó a raíz de una denuncia presentada por la Asociación PRODEIN de Melilla, en defensa de la infancia migrante, liderada por José Palazón, quien alertó a las autoridades sobre la difusión de mensajes de odio en Facebook en 2017. Inicialmente, el caso fue archivado, pero la persistencia del Fiscal y las ONG llevó finalmente a esta sentencia histórica.
La sentencia subraya la gravedad de los comentarios racistas y violentos proferidos por los condenados, que incitaban a la violencia y al odio hacia los MENAS. “Tenemos que hacer limpieza en las calles con nuestros propios medios”. Entre otros calificativos, los condenados se refirieron a los niños y niñas migrantes como “manada de cabrones”. “O salimos a dar palos nosotros o no vamos a arreglar nada”, “Que se vayan a su puto país a pasar hambre”, “Si voy en coche atropello al que sea”, “Lo único que merecen es meterlos en un pozo y que no salgan por golfos y ladrones”, se podía también leer entre los comentarios.
Se hace hincapié en que estos mensajes no solo afectaban la dignidad de los menores, sino que también se propagaban a través de grupos de Facebook con miles de seguidores, exacerbando el problema.
«Es una condena ejemplar y pionera, es un aviso, quien se atreva a atentar y criminalizar a estos niños en desamparo que sepan que las consecuencias pueden ser estas»
«Hacían proclamas violentas y a crear bandas ciudadanas para limpiar las calles de Melilla de MENAS, era terrible. Pero esa llamada, en la práctica se hizo realidad, porque tuve a muchos de esos niños contándome que les llegaron a pegar palizas varios grupos de gente que salían a pegarles, de hecho, uno de los niños vino a casa con un brazo roto y la mano aplastada porque le habían pegado con una barra de hiero, eran frecuentes las quejas de los niños», recuerda José Palazón.
El fallo judicial también ordena la eliminación de todos los mensajes difundidos por los condenados en las redes sociales. Esta sentencia pionera es un recordatorio de que la libertad de expresión no puede ser utilizada como un escudo para atacar la dignidad de las personas, especialmente de aquellos colectivos más vulnerables como la infancia. Es un mensaje claro de que la incitación al odio racial no debe ser tolerada en la sociedad. ¿Qué medidas adicionales pueden tomarse para combatir el odio en las redes sociales?
Fuente: https://cadenaser.com/
¿Sabías que en Poder Migrante tenemos disponible un Espacio de orientación jurídica y acompañamiento en extranjería?
En este espacio resolverás tus dudas y una comunidad te apoyará en tu proceso migratorio. ¡Únete! ¡Te contamos los detalles en este enlace!»
También apúntate a nuestra Lista de Correos para recibir nuestros artículos y próximas actividades. O bien contáctanos sin compromiso para solicitar una cita de asesoría individual personalizada con nuestra abogada especializada en extranjería.