Europa se encuentra en un momento de grave escasez de mano de obra, y los datos lo confirman. Según Eurostat, el paro en la Unión Europea ha caído al mínimo del siglo XXI en octubre, un 6%. Además, la tasa de vacantes sin cubrir en la UE es del 3,1%, y hay una profunda escasez de mano de obra en una treintena de profesiones. La Comisión Europea estima que si ahora un 70% de la población está en edad de trabajar, en 2070 ese porcentaje bajará hasta el 54%.
Esta situación ha llevado a que cada vez más países europeos busquen activamente mano de obra en el extranjero y aprueben nuevas normas para facilitar la llegada de trabajadores.
También el Ejecutivo europeo ha puesto en marcha iniciativas para solucionar este problema, como la revisión de la directiva sobre la tarjeta azul, que busca atraer a migrantes altamente cualificados, y la revisión de la directiva de permiso de trabajo único y de movilidad, que pretende traer a Europa perfiles no tan cualificados.
Las tasas de vacantes sin cubrir más altas se encuentran en Países Bajos, Bélgica y República Checa, que casi alcanzan el 5%, mientras que Alemania está cerca, con un 4,5%. España, por su parte, tiene una tasa del 0,8%, aunque eso no significa que el problema no sea notable. Según el Instituto Nacional de Estadística, hay casi 144.000 vacantes sin cubrir, el doble que en 2013.
Los sectores donde hacen falta trabajadores en Europa
Europa está experimentando una grave escasez de mano de obra en varios sectores clave, según el principal informe comunitario sobre el problema de las vacantes elaborado por la Autoridad Laboral Europea.
Entre las profesiones más demandadas se encuentran la fontanería, la enfermería, el análisis de sistemas, la de soldador y el transporte de mercancías por carretera. En total, estos sectores, que emplean al 14% de la masa laboral europea, sufren carencias severas de mano de obra.
En respuesta a esta situación, varios países han adoptado medidas para atraer trabajadores inmigrantes, como reducir la burocracia, facilitar la homologación de títulos y permitir la llegada de personas sin contrato con visados temporales.
Francia también está preparando una nueva ley migratoria que facilitará la contratación de inmigrantes sin papeles y demandantes de asilo en sectores con falta de trabajadores.
Bélgica ha puesto en marcha un permiso único que combina la autorización de trabajo y de residencia, mientras que Portugal ha implementado recientemente un nuevo tipo de visado que concede 180 días de cobertura legal y otro especialmente dirigido a “nómadas digitales” (empleados que teletrabajan y van cambiando de país de residencia).
¿Por qué hacen falta trabajadores en Europa?
La escasez de mano de obra en Europa es causada principalmente por el envejecimiento de la población y cambios en el mercado laboral hacia el universo digital y ecológico.
Además, la recuperación lenta y menor en los sectores peor pagados y con peores condiciones de trabajo tras la pandemia ha llevado a que muchos trabajadores busquen otras opciones, dejando puestos de trabajo libres y sin cubrir.
En España, también existe un desajuste entre la oferta de mano de obra de ciertos perfiles y la alta demanda de estos empleados, y una falta de homologación ágil de estudios extranjeros.
Misma necesidad, diferentes estrategias
Los países europeos enfrentan la falta de mano de obra y adoptan diferentes estrategias para resolver el problema. Italia ha aprobado la entrada de 70.000 trabajadores extranjeros, pero ha enfrentado problemas burocráticos para hacerlo realidad desde que gobierna la ultraderecha xenófoba.
El Reino Unido necesita 1,5 millones de trabajadores en sectores clave, pero la crisis migratoria del Canal de la Mancha ha sido un obstáculo para el nuevo Primer Ministro.
Países Bajos está fomentando la innovación tecnológica y el aumento de las horas trabajadas, mientras que la República Checa ha adoptado enfoques más aperturistas en la inmigración laboral.
La inmigración, una solución, pero no debe ser la única
Las políticas migratorias únicas en Europa podrían ser la solución para evitar la competencia entre países en la captación de trabajadores extranjeros, según expertos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Aunque contratar trabajadores inmigrantes es una estrategia clave para el crecimiento económico, no resuelve completamente el problema demográfico y no corrige los desajustes estructurales del mercado laboral.
Es necesario también fomentar la cualificación de la oferta laboral y garantizar una inserción laboral equilibrada. La falta de medidas para abordar el desequilibrio demográfico a largo plazo puede ser un problema si la política se centra en ciclos electorales de corto plazo.
Los expertos creen que el envejecimiento obligará a todos los países europeos a aceptar la inmigración laboral como una solución necesaria.
FUENTE:
https://elpais.com/
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