La situación en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) de Melilla es insostenible. “Las condiciones de vida son inhumanas” y “hay gente que lleva allí más de un año” señala Rosa Otero, portavoz de ACNUR España.
Tanto el CETI de Melilla, como la plaza de toros de la ciudad – habilitada también desde el estado de alarma – están desbordados. De los 600 migrantes que puede albergar, ha llegado a haber 1.700 que están “como sardinas en lata”, de acuerdo a José Palazón, presidente de PRODEIN.
Además, la pandemia ha agravado la situación. Esta semana se ha detectado un brote con al menos ocho casos positivos, lo que hace más patente el miedo real de contagiarse.
“Hubo una protesta y se culpó a los internos, pero yo no les culpo porque demasiada paciencia han tenido. Hay niños, sus madres y un montón de personas vulnerables”, ha manifestado José Palazón.