La última semana de octubre del 2023 ha dejado una marca sombría en la ruta canaria de la inmigración. Siete personas perdieron la vida en tierra firme, mientras que cerca de un centenar enfrentó innumerables dificultades durante la travesía hacia las costas de Canarias. Lo impactante es que, en contraste con los meses anteriores, muchos sobrevivientes requerían hospitalización urgente debido a su precario estado de salud. La narrativa se volvía angustiosa con cada grupo de inmigrantes llegando a la costa, desesperados y exhaustos.
¿Qué ha cambiado para que las condiciones de salud de los inmigrantes sean tan críticas? La respuesta es simple: el cambio en el estado del mar. El período de calmas que suele abarcar desde agosto hasta finales de octubre, caracterizado por mares tranquilos, llegaba a su fin. Los cayucos, pequeñas embarcaciones utilizadas por los inmigrantes, ahora debían enfrentarse a olas de varios metros de altura en su travesía hacia Canarias.
El aumento significativo de llegadas de cayucos a las islas Canarias durante ciertos períodos hace que muchos alimenten teorías conspirativas como la de los buques nodriza. Pero, ¿realmente existen los “buques nodriza”?
¿De qué se trata el mito de los «barcos nodriza»?
El mito de los buques nodriza sugiere que grandes naves transportan los cayucos hasta cierta proximidad a las costas canarias, para luego abandonarlos a su suerte a cambio de grandes sumas de dinero. La apariencia relativamente saludable de los inmigrantes a su llegada en comparación con años anteriores ha suscitado sospechas y debates. «Ahora llegan muy bien, nada que ver con lo que pasaba en el año 2006. Se nota que hay buques nodriza que los dejan cerca», llegó a expresar un sanitario en la isla de El Hierro.
No ha sido el único. En 2020 la exdiputada de Coalición Canarias, Ana Oramas afirmó que “cientos de cayucos y pateras con personas que vienen de África […] porque están viniendo incluso en barcos nodriza que les dejan en Tenerife en perfectas condiciones”.
Incluso algunos agentes de la Policía Nacional, de manera oficiosa, habían declarado que era «imposible» que los inmigrantes hubieran cruzado los 1,500 kilómetros desde las costas africanas hasta Canarias por sí solos, dados los niveles de hidratación y la movilidad intacta al tocar tierra. Este bulo se ha repetido durante 20 años, pero hasta la fecha, sin ninguna sola prueba.
Desmitificando el bulo de los «buques nodriza»
Ismael Furió, miembro de Salvamento Marítimo con más de 12 años de experiencia en rescates de inmigrantes en las costas canarias, tiene una postura clara: los “buques nodriza” son una leyenda marina. Según el experto, ni él ni sus colegas en El Hierro y Tenerife, que reciben la mayoría de los cayucos que llegan desde Senegal, creen en la existencia de buques mercantes o pesqueros que transporten inmigrantes hasta la cercanía de la costa canaria.
El argumento clave es el tiempo de travesía, que ha disminuido significativamente en comparación con años anteriores. Las mejoras en los motores y las embarcaciones permiten a los inmigrantes recorrer la distancia en solo tres o cuatro días cuando el mar está en buenas condiciones. Además, ningún inmigrante de los miles que ha llegado a tierra ha mencionado la existencia de estos supuestos buques nodriza. Ninguno solo.
Furió plantea un punto clave: es improbable que un barco, sea pesquero o mercante, realice una operación que podría llevar más de una hora, incluyendo el desembarco de cientos de personas, en una de las zonas de tráfico marítimo más vigiladas del mundo, sin dejar rastro en los radares. Canarias cuenta con un extenso sistema de control marítimo que debería detectar cualquier actividad sospechosa en alta mar.
Además, los buques mercantes y pesqueros suelen navegar a una velocidad que oscila entre los 16 y los 25 nudos, mientras que remolcar un cayuco requeriría reducir la velocidad a 5 o 6 nudos, lo que sería claramente detectable. En otras palabras, la logística para la operación de buques nodriza simplemente no se sostiene.
Por otro lado, los cayucos utilizados por los inmigrantes, en realidad, no son embarcaciones frágiles. Tienen una eslora de unos 25-30 metros, son estables y de gran calado. La pesca es su propósito original y pueden alejarse de la costa durante varios días sin problema. Sus motores son potentes y adecuados para trayectos largos, y al sur de Canarias, la meteorología tropical crea ventanas de calma, lo que facilita la navegación.
Ismael Furió concluye que la teoría de los buques nodriza parece existir para justificar la ineficacia de los sistemas de vigilancia en la detección de embarcaciones procedentes de África. La inversión en estos sistemas de vigilancia, como el SIVE, ha sido considerable, y su falta de efectividad plantea serias preguntas incómodas sobre su utilidad. En lugar de seguir alimentando teorías conspirativas, el verdadero debate debería ser sobre cómo abordar la inmigración de manera efectiva y humanitaria donde salvar vidas siga siendo el tema central.
De hecho, el Ministerio del Interior afirmó que “no existe constancia de la utilización de barcos nodriza en las llegadas de migrantes a Canarias”, desmintiendo así las declaraciones de la exdiputada de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados, Ana Oramas ya en 2020.
Fuentes:
En este artículo:
- Inmigración en Canarias
- Bulo de buques nodriza en Canarias
- Crisis de los cayucos
- Salvamento Marítimo en Canarias
- Teoría de barcos nodriza
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