La “nueva etapa” en las relaciones bilaterales entre España y Marruecos potenciará las deportaciones de personas inmigrantes al abrir dos nuevas rutas desde las islas hasta Casablanca y Agadir, que se suma a la ya existente hasta El Aaiún.
La previsión del Ejecutivo español es que se “incremente significativamente” el número de inmigrantes que serán devueltos a Marruecos y que incluso se superen los números previos a la pandemia.
La “nueva etapa” se selló a raíz de la carta de Pedro Sánchez difundida el pasado 18 de marzo por Marruecos en la que el jefe del Ejecutivo español apoyaba que la propuesta de Marruecos sobre el Sáhara Occidental como el plan más “serio, creíble y realista”.
No obstante, la entrada de inmigrantes en España de forma irregular ya había registrado en marzo una caída de un 55,4% con respecto al mes de febrero y de un 66,9% en relación al mes de enero, según los datos del Ministerio del Interior, como consecuencia de la caída de entradas por vía marítima en en Canarias, Baleares y la costa peninsular.
Marruecos es el segundo país que más dinero comunitario recibe para frenar la inmigración, con 346 millones de euros procedentes de Europa para asegurar la gestión de las fronteras.