La “justicia” está permitiendo que la ultraderecha mienta, tergiverse y fomente los discursos de odio a pesar de que TODOS LOS DATOS de las autoridades, incluyendo policiales, le desmientan. Para esta “justicia” las campañas de odio solo se enmarcan “en el contexto de una legítima lucha ideológica-partidista”. Así pues, esa “justicia” no solo es indiferente ni actúa de forma neutral, sino que se convierte en cómplice al posicionarse, tolerar y legitimar gravísima e irresponsablemente ese tipo de mensajes de odio.