COMUNICADO: Desde Poder Migrante aplaudimos y apoyamos la decisión del compañero Serigne Mbayé a dar el salto a la política activa, siguiendo los pasos de otrxs compañerxs migrantes que trabajan duro en diferentes formaciones políticas demostrando su fuerte compromiso con el antirracismo y avance de los derechos de las personas migrantes no solo con palabras, sino con hechos. Con todo, también vemos necesario cuestionar y hacer algunas advertencias en relación algunas prácticas de los partidos políticos en España:
Partimos de la base de que la mera presencia de personas migrantes y/o racializadas en las listas de un partido político no significa en sí mismo que esa formación sea antirracista o siquiera aliada. Ahí tienen el ejemplo de la ultraderecha misma. Más bien, es una práctica habitual que las personas migrantes seamos utilizadas por partidos políticos de todo los espectros para dar “la nota de color” y pintar una falsa imagen de “diversidad” y “tolerancia”.
Formaciones políticas utilizan a personas migrantes y/o racializadas como mera imagen cosmética, para luego intentar manipularlas, limitarlas, frenarles y, finalmente excluirles de los espacios de poder, cuando estas personas tienen un discurso crítico, propio y reivindicativo, cuando no dudan en señalar las propias prácticas racistas en las dinámicas internas de los partidos. Hemos visto una y mil veces este tipo de prácticas coloniales y, por demás racistas, que precisamente denunciamos con frecuencia.
Queremos dejar claro que para que un partido político sea antirracista no basta con declararse antirracista. Antes bien es necesaria una reflexión constante y cambios profundos en sus discursos pero, sobre todo, en sus prácticas internas y externas para desmantelar el racismo estructural empezando por ellos mismos.
Desde que ha saltado la noticia de la incorporación de Serigne a la candidatura de Podemos en Madrid, el compañero ha sido expuesto a la primera línea de gravísimos ataques mediáticos y de partidos de la derecha y ultraderecha probablemente como ningún otro candidato/a, que han traspasado todos los límites y llegado a difamaciones, acusaciones de delitos y hasta amenazas directas con deportarle. Esto cobra mucha más importancia por el hecho de que Serigne -hasta donde sabemos- ni siquiera está en los primeros puestos en la lista de candidaturas.
Frente a lo ocurrido, preguntamos: ¿eran conscientes en Podemos de esta situación? ¿qué están haciendo ahora para proteger al compañero de los ataques a su persona no sólo en el terreno dialéctico sino también legalmente? ¿Son conscientes en Podemos de las realidades que las personas migrantes vivimos y que precisamente por eso mismo urge establecer y consolidar políticas antirracistas, lideradas por personas migrantes y racializadas? Así pues, ¿qué están haciendo para asegurar que el compañero tiene realmente posibilidades de salir elegido? ¿Les está impulsando esta situación a hacer una profunda reflexión interna en Podemos para valorar y proteger el trabajo que otras personas migrantes antirracistas ya están haciendo dentro de su propio partido?
Sería absolutamente decepcionante que, como algunas voces temen, se utilice al compañero como una simple estrategia de marketing para exponerle y luego dejarle en el abandono después de las elecciones. Ojalá que no.
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