Ayuso ha vuelto a hacerlo. Ha sido capaz de relacionar a migrantes, esta vez niños y menores, con la pandemia y el aumento de la delincuencia al más puro estilo de la ultraderecha, gracias a la cual gobierna.
La dirigente ultra ha tratado por todos los medios de exculpar la gestión de su gobierno del repunte de casos de Covid-19 en la región, que la sitúan a la cabeza de Europa y ha recurrido a los argumentos estrella de Vox: los menores no acompañados, la delincuencia y la okupación, a los que se ha referido como «problemas derivados del virus», pese a que no hay ningún dato que avale tal afirmación.
Ocurrió este lunes en la rueda de prensa posterior a su reunión con Pedro Sánchez cuando dijo, literalmente: «Además de que el covid trae necesidades aparejadas, como puede ser los problemas de delincuencia, de okupación, y para todos, los problemas de los menores no acompañados, etcétera. Nosotros como tenemos problemas de déficit de Guardia Civil y de Policía Nacional estimada en 2500 agentes, se pueden reforzar».
La asociación entre inseguridad y menores extranjeros ha sido un bulo agitado últimamente, sobre todo, por Vox, ataques a los que también se ha unido el Partido Popular. Sin embargo, los datos no han apoyado esta estigmatización como demostró el informe del año pasado de la Junta de Andalucía que dejaba ese vínculo en un 0,54%.
SILENCIO DE PEDRO SÁNCHEZ ANTE AYUSO PARA SALVAR SU IMAGEN
Mientras tanto, hay total mutismo en el PSOE e incomodidad en Podemos con el silencio de Sánchez ante los ataques y bulos de Ayuso. Sánchez asistió impasible a las palabras de la presidenta madrileña y sólo la corrigió en lo que toca a los casos de coronavirus que han llegado por Barajas.
En el PSOE justifican el silencio de Sánchez para no agravar el desgaste de la situación en España y de su Gobierno. Podemos se desmarca de su socio y cree un grave error «darle un salvavidas» a Ayuso. No obstante, de momento, el Gobierno cierra filas en torno al presidente.
En Unidas Podemos hay preocupación sobre cómo Sánchez ha blanqueado o legitimado —con su silencio y pasividad— el discurso de Ayuso, si bien nadie se ha atrevido a hacer valoraciones de forma oficial.
LAS REDES REACCIONAN CONTRA LOS ATAQUES RACISTAS DE AYUSO
El silencio y la pasividad del gobierno ha contrastado con las reacciones en la red, que han sido inmediatas, al considerar las palabras de Ayuso de «criminalización» de grupos minoritarios o vulnerables, y de pedir «refuerzos» en los cuerpos de seguridad, cuando «lo que se necesitan son médicos».
Un ejemplo ha sido el de la periodista Cristina Fallarás, quien ha sido muy directa. Ante los ataques gratuitos de Ayuso escribió: «En dichas palabras queda declarado el racismo y la criminalización fascista hacia los débiles. No me ando con paños calientes, he escrito FASCISTA porque de eso se trata cuando una gobernanta une enfermedad, delincuencia e inmigración, más concretamente de menores.»
Y, sobre todo, se dirigió a Pedro Sánchez: «Allí, a su lado, usted representaba a todos los españoles, todas las españolas. Y ha callado. Ha callado ante la voz de una extrema derecha crecida y envuelta en banderas. Ha callado ante unas afirmaciones indecentes, que cualquier demócrata debería ya no solo responder sino denunciar. La derecha más extrema, más cruel, ha mostrado su retrato, y ahí estaba usted, Pedro Sánchez, para ponerle un marco dorado con su silencio«.
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