Tras el trágico asesinato de una persona sin techo en Valencia, el portavoz de Vox en el ayuntamiento, Juan Manuel Badenas aprovechó para atacar a la inmigración y al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, con un discurso que fomenta prejuicios xenófobos y estereotipos racistas. Con el respaldo del Partido Popular en la ciudad, dejan entrever cual es realmente su estrategia: utilizar cualquier oportunidad para propagar su ideología política enmascarada con proyectos que en realidad buscan invisibilizar a las personas más vulnerables.
Análisis del discurso racista y xenófobo: La inmigración como chivo expiatorio
Tras vincular falazmente inmigración y delincuencia, Badenas habló literalmente de «efecto llamada» por las políticas del presidente Sánchez que estarían «trayendo personas de no se sabe qué procedencia» las cuales estarían causando «delitos tan graves como el que ha sucedido».
Con esta peligrosa retórica, el edil de Vox refuerza estereotipos racistas que solo buscan crear alarma social contra los más vulnerables, atacándoles sólo por su condición de inmigrantes. Este tipo de discurso xenófobo lo que ha demostrado una y otra vez es que termina siendo caldo de cultivo para que se produzcan más crímenes de odio racial.
La estrategia del PP y Vox: piscinas para invisibilizar en lugar de políticas sociales
Además el político de Vox aprovechó para reforzar su propuesta de gastar 700.000 euros en la construcción de un estanque bajo el Puente del Ángel Custodio para dificultar que personas sin hogar e inmigrantes pernocten allí. Incluso planteó construir un tercer estanque bajo el Puente del Real, escenario del crimen.
En total se habla de 2,5 millones de euros de dinero público destinados a invisibilizar a los más vulnerables, en lugar de implementar políticas sociales reales para protegerlos. Toda una cortina de humo que busca tapar la falta total de interés de estas fuerzas políticas en ayudar a quiénes más lo necesitan.
Al parecer su única estrategia es gastar el dinero de todos en proyectos populistas con el discurso de la “seguridad” que lo único que buscan es dificultar la vida de las personas sin techo, en lugar de inversiones reales para aliviar un problema social y estructural tan grave.
Reacciones: la oposición exige dimisiones que no llegan (ni llegarán)
La alcaldesa María José Catalá evitó condenar a su socio de gobierno y se limitó a desvincular tibiamente el caso con la situación de las personas sin hogar, en lugar de desautorizar y tomar acciones contundentes contra quien es su número dos en el consistorio.
Desde la oposición, la portavoz de Compromís, Papi Robles declaró que Badenas “está demostrando un racismo nauseabundo” y el socialista Borja Sanjuán afirmó que tanto él como la alcaldesa deberían dimitir por permitir que se propague este tipo de discurso racista desde el gobierno local.
Robles agregó que Badenas parece no entender que los problemas sociales de una ciudad como Valencia no se solucionan «con piscinas» para invisibilizar indigentes planteados por PP y Vox. Criticó duramente que la respuesta ante la pobreza y la delincuencia sea «gastar 2,5 millones de euros en piscinas en lugar de en más policía y servicios sociales».
Por su parte, Sanjuán declaró que el gobierno local de PP y Vox demuestra un menosprecio indignante por los más indefensos al «perseguir a las personas sin hogar, a las más desfavorecidas». En este marco, consideró “lamentable que siempre que sucede una desgracia la extrema derecha la aproveche no solo para demostrarse oportunista, sino también xenófoba y racista».
No debemos permitir que se utilicen tragedias para propagar odio, xenofobia y racismo
Queda en evidencia que ciertos actores políticos están dispuestos a aprovechar incluso los sucesos más trágicos con tal de propagar su ideario racista y xenófobo. No podemos permitir que ese tipo de discursos intolerantes se normalicen ni mucho menos sean respaldados desde instituciones públicas. Se necesitan políticas sociales reales, no proyectos de fachada.
Debemos estar alertas y no dejar que la xenofobia y el racismo camuflado se normalicen y afecten la convivencia de nuestras ciudades. Tenemos una responsabilidad colectiva de denunciar y no tolerar ese tipo de expresiones de odio, así como exigir a nuestras autoridades que protejan los derechos humanos de todas las personas sin distinción de su origen, situación social o creencias.
Fuente: https://www.eldiario.es/
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