Hace cinco años la vida de Silvia dio un giro inesperado cuando, en un acto de solidaridad, salió en defensa de una persona en situación de calle frente a un supermercado que estaba siendo maltratada. Sin embargo, lo que siguió fue un trágico episodio de discriminación, racismo y brutalidad policial contra ella.
Silvia, de origen boliviano y vecina de Getxo, fue detenida por agentes de la Ertzaintza y llevada a la comisaría, donde sufrió una brutal agresión. Este incidente se ha documentado en un vídeo que se ha compartido ampliamente. Fue un momento que dejó cicatrices tanto físicas como emocionales en la vida de Silvia.
Lo que hace aún más inquietante este caso es que los mismos agentes que la agredieron presentaron un informe distorsionando los hechos y pretendiendo ser las víctimas. El Gobierno Vasco se sumó a esta injusticia, solicitando siete años de cárcel para Silvia por supuesta resistencia y atentado a la autoridad. La justicia le negó la posibilidad de aplicar el protocolo de Estambul. Este protocolo, reconocido internacionalmente, está diseñado para documentar evidencias de malos tratos y tortura, elaborado por expertos médicos en la materia.
Silvia no solo enfrentó la violencia física y el abuso de poder por parte de agentes de la policía, sino que también tuvo que lidiar con el racismo institucional, una forma de violencia que afecta a las personas racializadas y las coloca en una situación de desigualdad.
La lucha de Silvia es un doloroso recordatorio de que la discriminación racial y la brutalidad policial siguen siendo una realidad
Su experiencia es un triste reflejo de la realidad que enfrentan muchas personas racializadas en este territorio, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar el racismo sistémico que persiste en nuestra sociedad.
Para reclamar justicia y reparación, diferentes organizaciones y colectivas sociales han lanzado una campaña de apoyo a Silvia, exigiendo transparencia, celeridad y, sobre todo, el cumplimiento de los estándares internacionales contra el maltrato y la tortura. En el juicio, que se celebra los días 4 y 5 de octubre de 2023 en Bilbao, se volverá a pedir que se aplique el Protocolo de Estambul. No podemos permitir que el racismo, el abuso de poder y la violencia queden impunes en un proceso judicial.
La lucha de Silvia es un doloroso recordatorio de que la discriminación racial y la brutalidad policial siguen siendo una realidad para muchas personas. Silvia no está sola en esta lucha por la justicia y reparación. Exigimos que se haga justicia y que quienes cometieron actos de violencia y abuso sean responsabilizados por sus acciones.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/
Campaña de recogida de firmas en apoyo a Silvia: https://www.change.org/