El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia que invita a la administración a ser menos rígida a la hora de conceder la nacionalidad a mujeres migrantes que procedan de países donde han sido víctimas de la desigualdad.
Los jueces estiman el recurso de una mujer nacida en Marruecos que vive en España desde hace más de dos décadas, a quien le fue negada la nacionalidad por no tener conocimientos sobre instituciones, política, cultura y geografía española.
Para el Supremo, el proceder de un país donde las mujeres sufren un mayor aislamiento social no es una carta blanca para obtener la nacionalidad española pero es una circunstancia que debe ser tenida en cuenta por la administración.