València Acull denuncia en un Comunicado la situación sufrida por dos madres colombianas que fueron a tramitar el DNI para sus hijos a la comisaría de Paterna (Valencia). Funcionarios de la comisaría de la policía nacional les trataron de forma humillante e intimidatoria, les acusaron de aprovecharse de la legislación española, les dijeron que no recurrieran a un abogado, las sometieron a un interrogatorio inapropiado y, finalmente, a una le abrieron un expediente con multa de 501€ y a la otra, la “expulsión del territorio nacional”.
“Llora todo lo que quieras, di que esto es racismo, es xenofobia, lo que tú quieras”
El pasado 3 de noviembre Sandra (nombre ficticio) acudió a la comisaría de la Policía Nacional para tramitar el DNI de su bebé, pero le dijeron que volviera al día siguiente porque no estaban los funcionarios que realizan esa gestión. Ella llevaba la inscripción de su hijo en el registro donde figura el reconocimiento por presunción de la nacionalidad española para el pequeño, totalmente amparado por la Ley.
Por esta razón Sandra volvió a la comisaría con su bebé en brazos al día siguiente. Sin embargo un policía se le acercó y le dijo que no tenía que sacar el DNI “y que me iban a dar la carta de expulsión”. Llamaron a otro funcionario, que se la llevó a un despacho para iniciarle el procedimiento de deportación al tiempo que consideraba una “tontería que te haga una orden de expulsión cuando de aquí a un día o dos o una semana tu hijo va a tener nacionalidad y me vas a pedir el familiar comunitario. Entonces, te vamos a poner una multa”. Además, le dijo que había tenido “toda la suerte del mundo” porque hasta hace pocos días sólo se podía proponer la expulsión.
Sandra trató de explicarle su situación pero el policía nacional le recriminó que tanto su marido como ella se aprovechan de la legislación: “La ley española dice que no debería ser así que tu hijo sea español, pero tú te aprovechas”. Ella se sintió muy ofendida porque entendió que el agente le había acusado de utilizar a su hijo como un medio para acceder a la residencia; pero entonces el policía lo negó, e insistió: “te aprovechas de que tu país no reconoce a tu hijo para que le den la nacionalidad española, lo demás lo has dicho tú. Pues si te aprovechas, pues tendrás que pagar una multa”. Y prosiguió tramitando la sanción.
Cuando acabó el papeleo, le informó de que disponía de 15 días de plazo para presentar alegaciones y podía buscar un abogado. Sandra le dijo, entre sollozos, que no podía pagar un abogado porque estaba recurriendo a Cáritas para poder comer y el agente contestó: “Yo te recomiendo que no lo hagas, básicamente por una cosa muy sencilla, te va a cobrar dinero, y al fin y al cabo hay un hecho muy sencillo… Puedes alegar lo que quieras, pero es lo que hay”.
Además, le dio a entender que debería estar agradecida porque no la había detenido. Sin embargo, este funcionario no sólo incumplió la normativa de no hacer valoraciones sino tampoco le informó a Sandra de su derecho a solicitar la asistencia jurídica gratuita.
El agente de la Policía Nacional continuó humillándola: “Al final, lo que tú veas… Llora todo lo que quieras, di que esto es racismo, es xenofobia, lo que tú quieras, pero te has estado aprovechando de aquí durante equis tiempo y es lo que hay…” Sandra se tuvo que ir sin el DNI de su bebé porque el policía le dijo que ya era “muy tarde”.
“Tú eres colombiana, tu hijo también y no puede tener DNI español”
Una situación humillante similar vivió Lucía (nombre ficticio) días antes en la misma comisaría. Tampoco la atendieron la primera vez y tuvo que ir al día siguiente, 30 de octubre, a tramitar el DNI de su hijo.
A ella directamente se la llevaron para abrirle el expediente por estancia irregular no sin antes espetarle que “tú eres colombiana, tu hijo también y no puede tener DNI español”, a pesar de mostrarle al policía nacional la inscripción del registro de presunción de la nacionalidad española; “decía que ese documento no es válido”, asegura Lucía.
Este agente se dedicó a hacerle todo tipo de preguntas personales totalmente innecesarias para el procedimiento que estaba instruyendo. El policía nacional concluyó el expediente con una propuesta de expulsión que vulnera lo establecido por la sentencia del TJUE y, además, no la dirigió a hacer el trámite del DNI, que era para lo que Lucía había acudido a comisaría.
Finalmente, obtuvo la documentación para su bebé en la comisaría de Mislata, donde la policía le dijo que sus compañeros de Paterna “no debían haberme hecho eso. La verdad es que lo que me ocurrió en la comisaría de Paterna fue horrible, denigrante, humillante…”, afirma Lucía.
De acuerdo al comunicado de Valencia Acoge, las actuaciones policiales descritas suponen un trato humillante para las víctimas y una incumplimiento de sus derechos. Por ello exige que cesen este tipo de prácticas y se adopten medidas disciplinarias contra los agentes implicados en las irregularidades cometidas en estos casos.
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