La Policía Nacional detuvo a 29 personas acusadas por explotación laboral de 52 personas migrantes, quienes estaban hacinadas en condiciones infrahumanas y eran obligados a trabajar largas jornadas con las altas temperaturas, sin comida ni agua.
Las víctimas acudían con la promesa de trabajo digno y próspero, pero los ahora detenidos, aprovechaban su vulnerabilidad para someterlos a durísimas condiciones laborales, los trasladaban hasta las fincas amontonados en vehículos utilizando incluso el maletero para el transporte.
En una nave industrial de Sevilla, los agentes encontraron al menos a 30 personas hacinadas durmiendo en el suelo, con un solo aseo y sin apenas comida.
Los diversos testimonios de los trabajadores, confirman la explotación laboral y las condiciones a las que eran sometidos, como trabajar durante interminables jornadas sin comida ni agua por lo que algunos de ellos acababan sufriendo desvanecimientos, insolaciones o situaciones de deshidratación. Además cobraban cantidades muy por debajo de lo estipulado.
Luego de una ardua investigación se comprobó que detrás de esto había una organización formada por ciudadanos de origen suramericano quienes, una vez que captaban a los trabajadores, los movían entre algunas de sus empresas situadas en distintas localidades de las provincias de Córdoba y Sevilla.
A los detenidos se les imputa presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, falsedad documental, delitos contra la Seguridad Social, contra los derechos de los trabajadores, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y favorecimiento de la migración clandestina.