Fieles a su estrategia de diseminar odio, xenofobia y racismo a la sociedad, los vendedores de odio aprovechan cualquier ocasión para dispersar bulos, verdades a medias, si no es que directamente mentir, con tal de criminalizar a las personas migrantes y las manifestaciones por una vida digna. Lo que ocurre en Albacete es una muestra de ello.
Que los trabajadores migrantes sobreviven en condiciones lamentables no es algo nuevo.
Ya en 2018 diferentes medios informaban cómo cientos de trabajadores migrantes temporeros malviven en Albacete entre basura, sin agua, en condiciones infrahumanas y sin cobrar por su trabajo.
En esos asentamientos llegan a malvivir incluso familias enteras con niños sin que esta situación cambie sustancialmente desde hace años.
La pandemia del coronavirus ha venido a agravar las condiciones de vida y laborales que tienen que soportar los trabajadores migrantes temporeros, y Albacete no es la excepción. Los propios trabajadores y los colectivos antirracistas lo denunciamos una y otra vez.
En este enlace se pueden ver algunos titulares que hemos publicado recientemente en nuestra página.
El domingo 19 de julio se organizaron diferentes manifestaciones en varias ciudades del país para denunciar estas condiciones de explotación laboral y para reivindicar la regularización de las personas migrantes en situación irregular, que es una de las causas por las que los trabajadores siguen a día de hoy siendo explotados y quedándose fuera de todo «escudo» social.
En Albacete los trabajadores migrantes también han salido a denunciar las condiciones que están sufriendo, cansados de que las administraciones no hagan nada por evitarlas ni dar una solución.
No obstante, parece que para la derecha mediática estos trabajadores no solo no pueden tener derecho a una vida, vivienda y condiciones laborales dignas, sino tampoco a la manifestación.
En lugar de denunciar y visibilizar las condiciones de explotación y hacinamiento, en las redes hay un ensañamiento con un gran componente racista y xenófobo para criminalizar a los trabajadores migrantes por su origen y su color de piel, y califican las manifestaciones como «motín«, «escapan del asentamiento«, «sembrar el pánico» e incluso pidiendo que la actuación del ejército para sofocar las manifestaciones de los trabajadores temporeros, relacionando inmigración con contagios y rebrotes.
Cabe señalar que el origen de esta criminalización está en la permisividad del gobierno con los discursos de odio racista y, sobre todo, su negativa a regularizar a las personas migrantes que, como tal como decíamos, es una de las causas por las que los trabajadores siguen siendo explotados prácticamente en condiciones de esclavitud.
Desde Poder Migrante no dejaremos de denunciarlo.
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