Uno de cada cuatro jóvenes confiesa ser racista y uno de cada siete admite haber ejercido directamente comportamientos xenófobos. Estos son algunos de los resultados del Estudio sobre percepciones y actitudes racistas y xenófobas entre la población joven de España, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, de la Fundación Fad, entre la población de 15 a 29 años.
El estudio apunta además que casi la mitad de la juventud encuestada señala que la “falta de adaptación” de las personas inmigrantes es uno de los principales motivos que más influye en la difusión de discursos racistas responsabilizando a las propias personas inmigrantes de la difusión de discursos racistas.
A continuación algunos datos destacados:
La juventud valora que el problema del racismo lo originan las propias víctimas que, por su color de piel o distinto origen, son considerados como personas distintas.
Estas actitudes, junto a la percepción de que el alumnado gitano provoca un descenso del nivel educativo en las escuelas, y de que los migrantes vienen para quitarles el trabajo, demuestran posiciones marcadamente racistas entre los jóvenes que cursan en su mayoría los últimos cursos de Secundaria y hasta los 29 años, que conforman la muestra de la encuesta.
Entre las opiniones con menor carga de racismo y xenofobia apuntan que la atención sanitaria debe ser universal.
En general se incluyen los servicios sociales como universales y que sean prestados, al margen de su origen. Lo que ya no tienen tan claro estos jóvenes es que la personas migrantes contribuyan a dinamizar la economía, pese a que así lo constatan expertos de nivel internacional tanto en el ámbito demográfico como sociológico y económico.
Uno de cada tres jóvenes afirman haber presenciado algún tipo de comportamiento racista.
Hasta el 50% de los consultados sostiene que han sido testigo de burlas e insultos, o lo que es lo mismo, violencia racista, en sus intercambios de mensajes, a través de chats y en las redes en general y, en menor medida, aunque resulta más alarmante, uno de cada cuatro dicen haber sufrido directamente dichas agresiones a partir de insultos tanto presencialmente como online, y hasta en un 14% de los casos, de tipo físico.
Los encuestados han sido testigos de un trato desfavorable o poco amable en cualquier tipo de situación cotidiana
A la vez reconocen que ejercen xenofobia en cuestiones como la desconfianza que lleva a cruzarse de acera o a cambiarse de sitio en el transporte público.
Para los expertos del Centro Reina Sofía y la Fundación Fad “son datos preocupantes y significativos”. Solo uno de cada siete se atreven a confesarlo y esto implica que son plenamente conscientes de llevar a la práctica comportamientos xenófobos.
El colectivo hacia el que se dirigen de forma mayoritaria las actitudes racistas por parte de los jóvenes es la comunidad gitana.
Esta etnia es la que genera más rechazo entre los que se confiesan racistas. Ni quieren tener un vecino gitano ni les parece bien que personas gitanas ocupen puestos de responsabilidad pública, ni tampoco en la docencia o en los cuerpos y fuerzas de seguridad.
También muestran su rechazo los jóvenes en un 16% de los casos ante la posibilidad de relacionarse con personas de etnia gitana, a quienes sitúan en el nivel más bajo de la tabla a la hora de entablar una amistad o una relación íntima.
En niveles similares se pronuncian con respecto a las personas procedentes de Marruecos y en general las de religión musulmana.
Hasta la mitad de los encuestados que culpan a los migrantes de su falta de integración social y cultural, sitúan a su vez también entre los primeros puestos por su mayor desubicación social a los que proceden del Africa Subsahariana, seguidos de los marroquís y de los gitanos. En todo estos casos se les culpa de sus dificultades para integrarse.
Valores antirracistas
Las conclusiones apuntan que una mayoría de los jóvenes presenta posturas antirracistas y el racismo de la juventud en el día a día les resulta preocupante, por lo que señalan la conveniencia de trabajar de forma preventiva y desde la educación para erradicar “los prejuicios más sutiles” y la discriminación.
También perciben la necesidad de apuntalar y consolidar “los valores transversales por encima de las diferencias basadas en el origen étnico, religioso o el color de la piel” que son las cuestiones de las que deriva el racismo del que se muestran conscientes los propios jóvenes.
La vinculación afectiva destierra la discriminación
Una mayor afectividad y los vínculos de amistad en grupos de gran diversidad, favorecen la erradicación de actitudes discriminatorias entre los jóvenes, es otra de las conclusiones a las que llega el ultimo informe.
Cuando las relaciones con las minorías implican algún tipo de vinculación afectiva, «se tienden a diluir las actitudes racistas. Establecer relaciones de tipo afectivo con personas pertenecientes a minorías discriminadas, facilita y promueve el desarrollo de opiniones antirracistas».
Y por lo mismo, aquellos que tienen un alto grado de diversidad entre sus grupos de iguales o amigos son los que se expresan entre los mayores porcentajes de comportamientos antirracistas. «Cuanta más diversidad haya en el grupo de amigos menores son la actitudes racistas», concluyen.
FUENTES:
- https://www.informacion.es/alicante/2022/11/08/cuatro-jovenes-confiesan-racistas-siete-78305055.html
- https://www.adolescenciayjuventud.org/publicacion/jovenes-y-racismo/
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