SOS Racismo ha denunciado un nuevo caso de violencia policial de carácter racista ocurrido el pasado 10 de octubre, cuando un joven racializado salía de trabajar. Según relata, una patrulla de la Policía Municipal circulaba también en la misma dirección, de repente el vehículo se acercó mucho a él, hasta llegar a atropellar sus talones.
«El chico le dio un toque con la mano al coche para indicarles que estaba ahí y que le estaban atropellando los pies. Inmediatamente salió un agente del coche y le pegó dos puñetazos en el pecho dejándolo sin aire. El agente empotró al joven contra la pared. A continuación, le pedía al chico los papeles, ignorando que tiene DNI español», detallan.
Entre tanto llegó la Ertzaintza, pero no intervino. “Cada vez que el joven intentaba acercarse a hablar con el agente que le agrede en el primer momento, el otro agente le pegaba un puñetazo en el pecho”.
Fue minutos después que una persona, que recientemente ha denunciado unos abusos y agresiones similares intervino, tranquilizando al chico y alejándolo de allí.
Numerosas denuncias de este tipo ya se han presentado antes, por lo que el colectivo considera que estos hechos son consecuencia del racismo institucional patente en el que la Policía ejerce agresiones contra grupos sociales a los que despoja de sus derechos.
Por ello, hacen un llamado exigiendo que cesen estos actos discriminatorios e injustos, condenados por organismos internacionales y que suceden en las calles diariamente.
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