La resolución de expedientes que determina quién será reconocido como refugiado y quién no, puede llevar años de espera en Madrid. La lentitud de Interior, que fue muy eficiente en el caso de los ucranios, afecta todo el sistema de acogida.
El discurso de Giorgia Meloni radica en el odio al otro y en presentar a las personas migrantes, especialmente musulmanes, como una amenaza para las sociedades europeas, mientras alienta su propia guerra de civilizaciones.
Hace un año, Dokht, joven afgana universitaria, estaba trabajando cuando recibió el mensaje de su familia: “Deja lo que estés haciendo, coge tus cosas y márchate”. En ese instante su vida cambió por completo.
“La afluencia es tal que hace que todos estén desbordados”, justificó, a pesar de que muchos de los refugiados ucranianos que llegaron han regresado a su país y desde mayo hay más salidas que entradas.
El diputado Gabriel Rufián (ERC) destroza el discurso racista de la ultraderechista Rocío de Meer (vox) sobre la inmigración: “Usted viene a decir que esta gente no merece un refugio porque escapa de la miseria y de la guerra. ¿Por qué no quiere al prójimo si tiene otro color de piel?”
Solo un hombre, reconocido como apátrida, ha recibido la autorización para ingresar en territorio español. También podrá entrar una mujer, la única a la que se le ha admitido a trámite su solicitud de protección internacional.
Las cuentas de pago básicas no son un gesto de compromiso o buena voluntad, sino un derecho. Los bancos están obligados por ley a facilitarlas a personas en situación de vulnerabilidad o a solicitantes de asilo.
Los grupos condicionan su voto a que la reforma no excluya a las víctimas de trata en otros contextos de conflicto ni tenga caducidad. “¿Por qué no han modificado el código penal con el conflicto de Yemen o Siria?”
El Gobierno defiende que se cumplió “estrictamente con la normativa vigente” y que no se ignoraron los derechos humanos de Benhalima a pesar de las denegaciones de asilo.
Denuncian que al comenzar la guerra les dieron agua sucia, lo que provocó que la gente enfermara, y la comida era limitada. La mayoría de los detenidos sobrevivían con un trozo de pan por día.