¡FELIZ DÍA DE LAS ESCRITORAS!
Desde Poder Migrante no queríamos dejar pasar la oportunidad para dejarte nuestras recomendaciones en este Día de las Escritoras. ¿Cuáles son tus favoritas?
Desde Poder Migrante no queríamos dejar pasar la oportunidad para dejarte nuestras recomendaciones en este Día de las Escritoras. ¿Cuáles son tus favoritas?
“Basar toda la problemática de la cuestión afgana en el Islam no es sólo islamófobo y racista sino que deniega la agencia política de los y las afganas como sujetxs politicxs. Apelar a la salvación de las mujeres musulmanas sólo en contextos como el de Afganistán muestra la posición racista del feminismo que no tiene en cuenta otros contextos como donde la mujer es el eslabón más débil.”
Las mujeres migradas cuidadoras, reivindicamos la diferenciación y separación del trabajo de Cuidados de personas dependientes del Régimen Especial del Trabajo del Hogar bajo unas condiciones inhumanas
Las internas más vulnerables al abuso son, en su inmensa mayoría, mujeres migrantes en situación irregular. De 600.000 trabajadoras del hogar, alrededor de un tercio no cotizan a la Seguridad Social por no tener papeles.
Los cadáveres tienen signos de violencia y presentaban heridas provocadas por un arma de fuego. Los fallecidos son María Cruz, paraguaya de 48 años; su marido español, Fausto, de la misma edad; y la hija de ambos, Isabel, de 11 añitos.
¿Qué significa el 8M para las mujeres migrantes, racializadas, trabajadoras del hogar, trans y trabajadoras sexuales? Analizamos el 8M, la celebración feminista emblemática en España.
El último dato de desempleo de la EPA entre las trabajadoras migrantes casi dobla el de las trabajadoras autóctonas.
Marisa es migrante, trabajadora del hogar interna. En marzo, la familia para la que trabajaba se contagió de COVID. Ella se llevó la peor parte: estuvo 12 días encerrada en la habitación, le pasaban agua y comida por una trampilla.
«Para qué queremos el discurso de la extrema derecha si desde el Gobierno nos dan este tipo de respuestas. Muchas personas se van a quedar desamparadas por miedo a ir a denunciar un delito y el acusado acabes siendo tú».
La pandemia ha traído una nueva forma de semiesclavitud: la de las cuidadoras de ancianos que son forzadas a trabajar siete días a la semana a cambio de salarios miserables, de entre 400 y 600 euros de media al mes.