El Parlamento de Navarra ha aprobado la Ley Foral de lucha contra el racismo y la xenofobia. La norma busca garantizar la igualdad de trato y no discriminación por nacionalidad, origen étnico o racial. Se establecerán mecanismos de prevención para las personas racializadas y se creará el Consejo Navarro para la Lucha contra el Racismo y la Xenofobia.
El Gobierno de Navarra también asumirá la elaboración de un plan de lucha contra el racismo y la xenofobia que será renovado cada 5 años. La ley aborda, además, la educación, los medios de comunicación, las redes sociales y la vivienda.
En el ámbito educativo, se implementarán las medidas necesarias para “eliminar la segregación escolar y asegurar una distribución equitativa del alumnado en todos los niveles educativos”.
El proyecto de ley se ocupa también de los medios de comunicación (públicos y privados) y las redes sociales, en los que se fomentará la adopción de “códigos deontológicos y acuerdos de autorregulación” tendentes a promover el uso de un “lenguaje respetuoso”.
Respecto a vivienda, se arbitrarán las medidas precisas para combatir la segregación residencial, y se difundirán medidas de protección y sanción previstas para neutralizar las prácticas discriminatorias e ilegales.
Además, el Servicio de Atención frente al Racismo y la Xenofobia será responsable de medidas de detección, amparo y reparación, también en los planos jurídico y psicosocial. La norma incluye reglas específicas sobre la carga de la prueba y la salvaguarda frente a posibles represalias.
El Consejero de Políticas Migratorias y Justicia del Gobierno de Navarra, Eduardo Santos, ha afirmado que la ley es necesaria “para dotar de instrumentos y garantías a una serie de políticas públicas imprescindibles”.
El proyecto ha contado con el apoyo de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, mientras que la derecha, integrada por la coalición Navarra Suma, se ha abstenido, señalando que la norma es “una auténtica chapuza”.